lunes, 17 de febrero de 2014

¿COMO ESTA MI RELACIÓN CON DIOS?

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno”. Salmos 139: 23-24

En la vida diaria nos preocupamos por tantas cosas como por ejemplo: ¿Que ropa me voy a poner hoy?, ¿Que haré este día?, ¿Cómo haré en el parcial o examen si no he estudiado?, ¿Será que la chica(o) de mis sueños me hará caso?, además nos preocupamos por quedar bien con las personas, ya sea nuestros amigos, nuestro familiares, etc. pero rara vez nos preocupamos por quedar bien con Dios.
¿Será que Dios no se merece la misma atención que se merece nuestro mejor amigo, o alguna otra persona importante para nosotros?, claro que la pregunta es obvia y a cualquier persona que se la hiciera respondería: “claro Dios se merece aun mas atención que cualquier persona”, todos contestaríamos muy espirituales.
Pero más allá de la teoría y de lo mucho que podemos saber, ¿Será que realmente estamos preocupados por quedar bien con Dios?, ¿De mejorar nuestra relación personal con El día a día?, pues es una pregunta que te has de responder instantáneamente si eres sincero contigo mismo.

El encontrarse con Dios es lo mejor.
Una de las cosas que jamás deberíamos olvidar es el día que nos encontramos con Jesús, pues nuestra vida jamás vuelve a ser igual, Jesús cambia por completo nuestra vida y nos da una verdadera razón porque vivir.

Nadie te va a negar que los primeros meses en los caminos de Dios son de los mejores, pues estas aprendiendo tantas cosas que no quieres parar de aprender, tu corazón es tan humilde que no anda pensando “que nota sonó mal en las alabanzas”, o “que error que alguien haya dicho que en lugar de decir que Noé construyo un arca dijo que Moisés lo había hecho”, todo eso no existe cuando estas sensible a la voz de Dios. Son momentos en los que lo único que te importa es hablar con Él, leer su Palabra y aprender más de Él, quieres llenarte de su presencia y servirlo por toda la eternidad. En la etapa de recién convertido es donde te importa realmente agradar a Dios, es en donde dieras todo por escuchar una voz del cielo que dice: “estoy orgulloso de ti”, pues estás tan ansioso por agradarlo y por quedar bien con El, que los errores que te rodean no importan. Después de algunos meses y algunos obstáculos. Si tú eres una persona que te has parado sobre la Roca que es Cristo, nada ni nadie te moverá y seguirás con el mismo ritmo de cuando iniciaste. Lastimosamente hay muchos que van descuidando su relación personal con Dios, esta clase de personas van poco a poco olvidándose de su verdadera meta que es:“agradar a Dios”, y comienzan a ver tantas situaciones que en lugar de hacerlos crecer espiritualmente les impide ver resultados, pues están tan afanados en ver errores entre los que le rodean, que tratar de vivir una vida agradable a Dios.

¿CÓMO ESTA MI RELACIÓN PERSONAL CON DIOS?

Es fácil juzgar, pero también es difícil, puesto que nadie conoce tu interior, solamente Dios, en pocas palabras nadie puede asegurar como esta tu relación con Dios pues nadie puede ver lo que hay en tu corazón. Pero también hay una balanza que se llama: “FRUTOS”, es decir que por nuestros frutos nos conocerán, si tú dices tener una relación personal muy buena con Dios, pero tus frutos no lo demuestran, entonces solo estas quedando en las palabras.
Es fácil andar pregonando que nuestra relación personal con Dios es buena, pero más allá de hablar y hablar, Dios demanda frutos. Debes entender que debes prestar más atención a Dios, tratarlo de agradar y de servir. No te puedes pasar la vida diciendo que todo está bien cuando tú sabes muy bien que en el interior las cosas no están tan bien como tú piensas. Nunca nos podremos engañar a nosotros mismos, cada uno de nosotros sabemos cómo está nuestra relación con Dios y cada uno sabemos que cosas están impidiendo que caminemos como Dios quiere que lo hagamos.
Es hora que te levantes en el Nombre del Señor y que comiences a vivir con un objetivo fijo, ese objetivo de agradar a Dios, quizá tú seas una persona que se preocupa por quedar bien con tus amigos o conocidos, pero con quien realmente te debe preocupar quedar bien es con Dios.
Si consideras que esto no está pasando en tu vida, es hora de reflexionar sobre la importancia que le estamos dando a Dios en nuestra vida.
“Nuestros errores no nos van a alejar de Dios si no lo permitimos, puesto que Dios siempre está dispuesto a perdonarnos y levantarnos para seguir luchando cada día y con mas fuerzas”

Toma un momento para reflexionar y evaluarnos:
Contesta sinceramente las siguientes preguntas:
  • ¿Tienes algún área en tu vida que te afecta espiritualmente?, ¿Qué estas haciendo para vencerla?
  • ¿Cuánto tiempo en el día le dedicas a Dios?
  • ¿Cuándo fue la última vez que te gozaste alabándolo?
  • ¿Hace cuanto dejaste de hablarte a alguien de Cristo?
  • ¿Desde hace cuando no lees la Biblia?
  • ¿Cuándo fue la última vez que serviste con mucho gozo?
  • ¿En tus decisiones, tomas en cuenta Dios?
  • ¿Cuándo fue la última vez que conversaste con Dios?
Se tu mismo tu propio juez, y has una reflexión sobre ¿Qué te está pasando?, y no solo quedar en la reflexión sino que mas allá de eso debes levantarte y dejar de estar cómodo a la vida que llevas, pues la voluntad de Dios es que tu tengas una verdadera comunión con El, pues para eso te ha llamado.

Es hora de tratar de agradar a Dios y las demás cosas vendrán por añadidura.




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