Por muy grande que se vea el gigante, podemos enfrentarlo y derrotarlo.
Dios conoce tu corazón – 1 Samuel 16:7; Hechos 13:22; Isaías 43:1
Luego de que Dios desecho a Saúl como rey de Israel, le pidió al profeta Samuel que ungiera al nuevo rey, buscándolo entre los hijos de Isaí. Aunque la biblia describe a David como ‘’Rubio, hermoso de ojos y de buen parecer’’, Dios le indica a Samuel que era el corazón del muchacho lo que había visto. La vida de David no tiene mucho que ver con santidad o perfección. Sin embargo, sesenta y seis capítulos de la biblia se dedican a su historia, más de los dedicados a cualquier otro personaje. Sólo en el nuevo testamento se menciona su nombre cincuenta y nueve veces. Es quien fundo, y habito la ciudad más famosa, Jerusalén. Al hijo de Dios le llaman hijo de David. Fue rey, guerrero y poeta. Tal vez encuentres una similitud entre tu historia y la de David. Vivimos en una sociedad en donde se nos clasifica según lo que mide nuestra cintura, el tamaño de nuestra casa, el color de nuestra piel, la marca de nuestro carro, la etiqueta de nuestra ropa, la presencia o ausencia de acné. ¡QUE AGOTADOR! Pero lo verdaderamente importante es lo que Dios piensa, lo que Él dice de ti. Samuel pudo haber visto a un joven pastorcito con olor a oveja. Pero Dios dijo: ¡Es el, Úngelo! Dios vio lo que nadie más: Un ser humano que, a pesar de sus debilidades, lo busco con desesperación. El señor te conoce y te escoge para derrotar gigantes. No se concentra en tu aspecto físico, tu pasado o tu condición social, sino en tu corazón, para saber si puede hacerlo suyo, si puede contar contigo para realizar sus proezas.
Seguro de tu identidad – Juan 1:12; 1Samuel 17: 32-37
Goliat era una enorme masa humana de aproximadamente 3 metros de altura. Solo su armadura pesaba casi ciento sesenta libras. Parecía más bien el personaje principal de un campeonato de lucha libre internacional. Durante 40 días y noches, había amenazado al ejército de Israel, hasta que apareció David, el guapo, y escuálido pastor, pero cuando llego al campamento y escucho lo que decía Goliat, le aseguró a Saúl que lucharía contra el gigante. A pesar de que el rey intento detenerlo, David le explico que había peleado contra leones y osos por defender las ovejas de su padre, y si Dios lo había librado antes, también lo libraría de Goliat. David sabía quién era Dios para él, por lo que estaba dispuesto a enfrentar al gigante y vencerlo. Al recibir a Jesús, eres llamado hijo de Dios, no eres menos que eso y si tienes seguridad en quien eres, no habrá gigante, no habrá dificultad que te pueda derrotar.
Vence a tus gigantes – Salmos 60:12
David se preparó con su casada (bolsa de piel, que se coloca en el área del pecho, para cargar objetos), una honda y cinco piedras lisas para ir contra el gigante. Quien se burló de el al verlo. Pero el joven pastor le aseguro que Dios lo había entregado en su mano y se adelantó a decirle lo que iba hacer con él y con todos los filisteos. Prácticamente gano la batalla con palabras de fe. Contra cualquier pronóstico, venció a Goliat y le dio la victoria a Israel. Ahora analiza, ¿qué voces escuchas? ¿Qué ven tus ojos? David solo vio y escucho a Dios. En su grito de guerra menciono a los ejércitos de Dios, David seguramente vio un pelotón de ángeles a su favor, debes ampliar a Dios y minimizar a Goliat. Tu gigante no camina en las colinas frente al ejército de Israel, pero camina libremente en tu oficina, dormitorio o salón de clases, amenazándote con posiciones que no puedes alcanzar, facturas que no puedes pagar, o pasado que no puedes quitarte de encima. Pero debes de abrir tus oídos a lo que Dios dice de ti y lo que promete que lograras. Actúa con valentía y decisión, vence a tus gigantes y declara que en Dios ¡HARAS PROEZAS!
Dios escogió a David porque era un joven conforme al corazón de Dios, además porque venció al gigante, porque sabía quién era el, confiaba en su identidad y en el apoyo que tenia de parte de Dios, así como Dios escogió a David, Él te ha elegido para que derrotes a tus gigante para que enfrentes todos tus obstáculos y seas un joven conforme a su corazón, créele y confía en quien eres y derrotaras a tus gigantes.
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